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1. La hierba: siempre en su punto
   Por algo se llaman Vaporizadores de Hierba Seca. Entre menos húmeda esté tu hierba, mejores resultados obtendrás y podrás crear nubes más densas de vapor. Consigue hierba fresca y seca de calidad con tu proveedor favorito. Para vaporizar, debe conservar cierto nivel de humedad, idealmente entre 55-60%. La hierba no debe sentirse húmeda o mojada al tacto, pero tampoco tan seca que se desmorone en polvo. Para mantenerla en el porcentaje de humedad correcto, te recomendamos el contenedor C-Vault y los sobres de control de humedad Boveda.

2. Moler la hierba
   Es clave moler tu hierba con un grinder. Nosotros te recomendamos cualquiera de nuestra Colección de Grinders. Al molerla, logras que el calor la penetre de manera uniforme y el aire fluya mejor, lo que permite extraer terpenos y otras moléculas de la planta. No muelas más hierba de la que vayas a usar, ya que cuando está molida se seca más rápido y pierde sus propiedades.

3. Llénalo pero no la empaques mucho
   Al llenar tu vaporizador (Pax, DaVinci, XVape, Yocan, Storz & Bickel, Boundless, etc.), asegúrate de seguir las recomendaciones del fabricante. No debes apretar demasiado la hierba. Como mencionamos antes, es importante dejar espacio para que el aire y el calor fluyan correctamente. Esto hará que las caladas sean más suaves y te permitirá obtener mejor sabor y más potencia, ya que extraerás más componentes activos de la hierba.

4. Deja que alcance la temperatura
   Elige la temperatura que prefieras y dale tiempo a tu vaporizador para que la alcance. Una vez que lo haga, espera 30 segundos antes de inhalar por primera vez. A temperaturas bajas obtendrás más sabor, mientras que a temperaturas más altas tendrás mayor potencia. Si prefieres grandes nubes de vapor, sube la temperatura, pero ten en cuenta que el sabor será menos intenso.

5. Inhala correctamente
   Para lograr una mayor producción de vapor, debes inhalar largo, suave y de manera constante por entre 6 y 10 segundos. Consulta las recomendaciones de tu vaporizador, ya que cada modelo tiene su tiempo ideal y depende si es de convección, conducción o híbrido. Recuerda que no debes jalar como si fuera un porro; toma caladas suaves y gentiles. Si sientes que el aire no pasa bien o debes inhalar con mucha fuerza, probablemente la hierba esté muy apretada, así que saca un poco para mejorar el flujo.

6. Limpieza después de cada sesión
   Mantener limpio tu vaporizador es esencial para seguir disfrutando del sabor puro de la hierba. Es mejor limpiarlo justo después de cada sesión, mientras el horno aún está caliente, ya que así los residuos se retiran más fácilmente. Si no lo limpias, los restos se irán acumulando y serán más difíciles de quitar. Utiliza alcohol isopropílico y un cotonete para limpiar las partes adecuadas, pero nunca sumerjas el vaporizador en alcohol.

7. Cuidados y garantía
   Los vaporizadores, como cualquier dispositivo, requieren cuidados para funcionar correctamente. Asegúrate de seguir las instrucciones de mantenimiento que incluye el fabricante en el manual. También puedes buscar videos en los canales oficiales del fabricante para aprender cómo limpiarlo o reemplazar piezas. Recuerda registrar tu vaporizador en la página oficial para activar la garantía, un paso importante para asegurar su respaldo en caso de fallas.

Sigue estos pasos y sacarás el máximo provecho a tu vaporizador, disfrutando cada sesión con el mejor sabor y eficiencia posibles.